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sábado, 31 de marzo de 2012
Bye Bye India...
5.30 am. No logro dormirme. Es la primera vez en todo el viaje que estando super cansada me acuesto a las diez y no logro pegar un ojo en toda la noche.
Pensamientos, anécdotas, recuerdos. Se me viene a la cabeza la imagen de ayer a la tarde y pensaba cómo uno se acostumbra a todo. El tiempo nos hace animales de costumbre y lo que un día puede parecer de un modo, al poco tiempo ya lo vemos de otra forma.
Varanassi es la ciudad más increíble como fuerte de toda India. No tengo dudas de que quien llegue aquí por primera vez, tendrá esas ganas de irse a la hora como todos experimentamos apenas aterrizamos. O en su defecto pensará: “por qué no me quedo un día menos” o “cómo puedo cancelar una noche e irme mañana mismo!!!”
Varanassi es, en una primera impresión, simplemente “terrible”. En una segunda impresión: “inentendible”. En una tercera impresión: ”ok, trato de adaptarme”. En una cuarta impresión: “Guille estamos tomando mate al lado de un crematorio, y mientras charlamos de la vida, hay un cuerpo al lado nuestro al que están velando”
Varanassi, en una última impresión, te lleva a entender que lo que creeías que nunca ibas a poder hacer, lo hacés. Lo que creeías que nunca ibas a poder entender, lo entendés, lo que creeías que nunca ibas a poder tolerar, también lo tolerás.
Cuesta aceptar cómo, miles de personas, llegan con tanta fé a querer bañarse en una de las aguas más contaminadas del mundo. Esa misma fé que los inmuniza estoy segura que a mí simplemente me enfermaría.
Cuesta comprender el escenario que se visualiza. Un crematorio a la luz del día y de la noche donde se icineran durante las 24 horas 300 cuerpos por día rodeados de vacas que dan de amamantar a sus terneros, chicos que escuchan mantras convertidos en ritmos electrónicos a todo volumen, mujeres que se sirven chais, pequeños estafadores que persiguen turitas, todo eso sumado a dos argentinos que toman mate como si estuvieran en una plaza.
La imagen es digna de un cuadro de Dalí tan surrealista como la ciudad misma.
Lo cierto es que a mis 31 años y con mis pequeñas experiencias de vida, mientras que hay situaciones que a lo largo de India me ablandaron, el “hacer algo porque hay que hacerlo” me endurece y me impide abrirme a lo que veo.
Para decirlo de una manera más concreta: Me cuesta conectarme con el verdadero concepto de “sagrado” cuando tengo que proponerme y convencerme a mí misma una y otra vez que eso es así, pero en realidad, no lo siento.
Comprar el “Mac Holly” ya no era un combo que me saciaba. Traté de comprender que estaba allí por algo y debía sacarle el mayor provecho posible a la experiencia.
No fue si no hasta el atardecer, que me vi haciendo lo mismo que todos los fieles. Mientras regateaba un recipiente de papel lleno de flores con una velita encendida, un monje me bendecía con el “bindi” del “puja”. Una chica joven me reclamaba incansablemente, “give me fifty rupies for having a boyfriend” mencionando otra de las canastitas con flores y velas para que arrojara al Ganges, y en esa maraña carnavalezca yo le respondía: “ok, but give me special price for my boyfriend”
Kate, mi nueva amiga Canadiense se reía, y al mismo tiempo que colocaba esas canastitas lumínicas en el “Ganga” yo ponía sin que nadie se diera cuenta, una cartita con pedidos especiales al Universo, encarada por un: “Querido Dios….”
Ok, pensé, haría la prueba de confiar y pedir un deseo a esas aguas sagradas que tanta energía debían tener si es que “Shiva se había bañado en ellas”
A la mañana siguiente, me levanté con la extraña sensación de, una vez más, estar donde debía estar, sin saber mucho por qué.
Ayer por la tarde, me despedía de Guille diciéndole estas palabras con las que también me despedía de India..
Siento que finalmente me voy de India comprendiendo que la verdadera búsqueda está sin dudas en todo ser humano. Esa búsqueda nos lleva por diferentes caminos, de acuerdo a la educación, la religión, la cultura. Podemos tener diferentes dioses, y rezar diferentes oraciones. Podemos prender velas, colgar amuletos de la suerte, recitar mantras, comprar imágenes del “Om”, tener estampitas de virgenes y santos. Podemos tener diferentes rituales, y adorar diferentes animales.
Pero lo que nos lleva a todos a ser iguales como seres humanos es la búsqueda incansable por conectarnos con nosotros mismos.
Mi Dios, no estaba en el Ganges, no estaba en San Pietro en Roma, no estaba arriba en el cielo, abajo en la tierra. Mi propio Dios era yo misma. Era el universo. Era la naturaleza. Mi propio Dios me llevaba de la mano hasta el Ganges para mostrarme algo tan sencillo que siempre creí, siempre sentí, pero que no veía.
Creo que todos, a lo largo de la vida, tarde o temprano experimentamos, la leve o gran sensación de vacío o insatisfacción. Esa, es la primera señal para despertarnos.
Mientras sigas durmiendo el contacto con ese ser espiritual interno te llevará a valorar cosas que no te satisfacerán profundamente jamás.
Descubrir lo que verdaderamente radica en nosotros mismos es una experiencia única. Y darse cuenta de ello en un escenario así, es algo que no me olvidaré jamás.
miércoles, 28 de marzo de 2012
Varanassi me da la despedida
Van a ser 8 dias desde aquel miercoles a las 2 de la madrugada que llegue a Delhi en mi vuelo de Kalady con miedo y desconcierto. Anticipo que no son horas de llegar a ninguna ciudad de India, por mas grande que sea y menos cuando se escoge el peor hostel del area mochilera. Que malas elecciones hacemos aveces. El Norte es muy diferente. Tan contrastante y diferente con el sur. Desde la gente, los olores, el trafico. Creo que muchos que viajamos por todo India podemos hacer perfectamente esta distinccion sin ningun tipo de desacuedo. A pesar de ello, todos los votos positivos se los llevo mi propia experiencia en "COACH SURFING". Alojada en casas de familias experimente lo que es el verdadero amor hacia el otro de manera completa y desinteresada. Un gran aprendizaje y una puerta abierta a vislumbrar lo que es la verdadera generosidad humana, muy lejos de como aveces estamos acostumbrados.
Luego de Delhi, Pushkar y Jaipur, Agra me maravillo con el impresionante Taj Mahal.
Me quede pensando en el dia que compre la Lonley Planet en "Cuspide Libros" del shopping Alto Avellaneda. Gaston recordara ese momento, ya que lo tuve una hora esperando que me la buscaran por todo el deposito. Si, me fui hasta Avellaneda para comprar una guia de India. Todas las noches en la mesita de luz miraba el Taj. Tenerlo finalmente, delante mio, fue una sensacion rara. En un banco que daba a uno de los jardines, repetia una y mil veces, Gracias. No era el Taj Mahal, esta claro. Era todo. Era darse cuenta que India tenia los dias contados y ya estaba proxima a partir.
El mausoleo mongol levo anios en construirse y 20.000 obreros. La historia refleja el amor del rey por su esposa fallecida luego de dar a luz a su hijo numero 14! Un lugar que, cuando se entra, pone la piel de gallina, si no fuera por los policias que te empujan para que veas todo rapido y tocan el silbato creyendose parte de una avenida llena de trafico.
Desde Agra, nos tomamos el tren nocturno que nos dejo directamente en la fantastica Varanassi. La estacion no dejaba lugar para sentarse en ningun lugarcito. Pude descubrirme completamente enojada y molesta por todo, con mi ego taladrandome y mostrandome mi peor "yo". El tren que llegaba tarde. Las ratas. La suciedad. Las palomas que me revoloteaban por la cabeza. Pense que linda deberia ser alguna estacion del Sarmiento comparado con ello. Al fin y al cabo, India te llevaba a agradecer y revalorar absolutamente todo lo que tenes, todo el tiempo.
Finalmente en Varanassi, habiendo dormido un par de horas, la energia se modifico un poco, y aunque llegamos alrededor de las seis y media de la manana, no me daban las patas para ir corriendo a ver el Ganges. A la tarde me esperaba la celebracion mas importante del anio que, casualmente, me entere que es hoy.
No puedo quejarme a ninguna central de atencion al cliente del Universo ya que todo esta perfectamente calculado. Siempre. Sin siquiera yo saberlo.
Pasado manana parto para Nepal. Super entusiasmada por estar cerca de las montanas del Himalaya.
Guille vuelve para su ciudad en el sur de India y nos separamos. Fue una linda experiencia el norte juntos. Nos hicimos bastante amigos, aprendimos mucho uno del otro y tenemos muchas anecdotas divertidas que jamas olvidaremos.
India, empieza a sentirse. La mochila cada vez mas pesada con menos, es una ecuacion que no entiendo, ya que abandone libros y ropa por el camino. Las ojotas ya estan finitas de tanta caminata y la comida empezo a caerme mal.
Cai en la cuenta, que necesitaba un aire fresco y necesitaba partir... Una etapa, la primera, ya se estaba cerrando, y con ella los primeros capitulos de esta pequenia historia de mi vida.
Pero como bien me refresco mi amigo Pablo en un comentario. "Estoy mas liviana. Suelta"
Varanassi me despedia, y si lo hubiera planeado no hubiera sido tan perfecto.
Ya no era la misma...
O si...
No lo se. Solo se que estas experiencias se hacen sentir despues de un tiempo.
Cuando uno verdaderamente empieza a internalizarlas.
Sonara raro, pero tengo la necesidad todo el tiempo de mirar hacia arriba y decir: Gracias. Cuando me encuentro sola y en silencio es la unica palabra que me nace sola desde el corazon.
martes, 27 de marzo de 2012
“COMER verduras, REZAR le a Buda y AMAR se a una" by Luli Jordán
Lunes, 26 de marzo de 2012 a la(s) 16:01 ·
Hace mucho que no escribo. Mis crónicas se tomaron un tiempo sabático, sin querer, y ya estoy con ganas de volver a sentir esa adrenalina que me recorre las venas cuando una idea surge… y de repente siento la catarata de locuras que se apodera de mi mente. Es en ese momento que necesito agarrar papel y lápiz, una pc o quizá una servilleta de papel, para plasmar algo de todo eso. Y qué mejor que volver con todo, en el día de hoy, cumpleaños de mi amiga Costi…
Si exite una persona digna de ser “croni-quetada”, es ella. Podría describirla por horas, días… sin embargo sé que jamás sería suficiente.
Costi, Coca, Coquita, Coquette, Cottonet, Costillita…, son algunos de sus apodos.
Diseñadora, publicista, marketinera, decoradora, escritora, actriz, lectora, fotógrafa, viajera, algunas de sus profesiones y/o aficiones.
Estrella Pop, actriz dramática, esposa y madre, profesora de yoga profesional, locutora de un programa de radio para mujeres al borde del ataque de nervios, jugadora de tenis frecuente y/o practicante de algún deporte aunque menos sea lanzamiento de jabalina que le dure más de dos semanas, son algunos de sus sueños no cumplidos hasta el día de la fecha.
Buena amiga, divertida, profunda…
Llorona, ciclotímica, en ocaciones verborrágica.
Sensible y melancólica.
Alegre y entusiasta.
Y basta porque si la sigo desnudando, me mata.
Hablando de desnudos, es sin duda una bomba sexy. Tiene tantos candidatos que no sabe cuál elegir, por eso se fue a la India a meditar con cuál quedarse.
Su belleza es casi exótica y sus pestañas de verdad. Parecen postizas aunque no lo son. El secreto es que lleva en su cartera un cepillo redondo para brushing el cuál unta con tinta china, de paso en algún bar.
Sus dientes blanco ala, son delirio de muchos hombres, aunque ahora quizá estén verdes de tanta lechuga y mezcla de brotes.
Le gusta leer y creérse la protagonista del libro de turno. El último que leyó fue “Comer, rezar y amar”. Y como no le fue suficiente se fue a India a “COMER verduras, REZAR le a Buda y AMAR se a si misma”. Porque dice que también viajó para encontrarse con ella misma, aceptar muchas cosas, desprenderse de otras y aprender a vivir con su otro-yo. U otro-ella sería?
Ojalá que se le den vuelta las cosas y pueda amar a "otro", desprenderse toda y aprender a vivir con ese "otro", sería un golazo.
La verdad es que la extraño mucho. Y me gustaría estar festejando su cumple con ella, donde quiera que esté. Aunque no sé si ella piensa lo mismo, quizá la está pasando bomba y yo ni enterada.
Amiga… que mi Dios te bendiga todos los días de tu vida. Y que tu Buda te brinde todos los vegetales que tu cuerpo necesite. Comeremos carne para festejar pero cantaremos y bailaremos mantras en tu honor.
Te quiero mucho!!!!! Feliz Cumpleaños!!!!!!!
OOOooooooooooooohhhhhhmmmmmmm………!!!!!!!!!!!!!!!
martes, 20 de marzo de 2012
El norte!
domingo, 18 de marzo de 2012
Get a life
miércoles, 14 de marzo de 2012
"Act without expectation"
sábado, 10 de marzo de 2012
Bendito Karma
viernes, 9 de marzo de 2012
jueves, 8 de marzo de 2012
"La felicidad no es plena si no es compartida"
miércoles, 7 de marzo de 2012
Feliz Día de la Mujer!
martes, 6 de marzo de 2012
"Como agua para chocolate..."
domingo, 4 de marzo de 2012
Into the Wild
Mientras escribo desde una computadora muy precaria en un pueblito escondido entre el verde mas verde que vi en mi vida, y no tengo manera de colocar acentos a las palabras, pienso que fue una sabia decision dejar mi cuarto un par de dias para que otros viajeros puedan conocer a Sheeva y a su hermosa familia.
Fui directo a la estacion de Bus de Ernakulam y tome el colectivo de linea que me dejaria luego de 5 horas en Munnar por tan solo 80 rupias. Fanatica del te, no podia no conocer uno de los lugares mas fantasticos de India.
La experiencia en el Bus fue como sentirme en los '70 que nunca vivi. Un colectivo precario, un chofer con bigote grande vestido de marron, llevaba a 80 pasajeros en un colectivo para 40. Amontonamiento de bolsos, gallinas y los pelos al viento hicieron de esos 250 km una travesia algo cansadora como surrealista. LLegue exhausta, entrada la noche, a una estacion de buses en medio de la nada, con los pelos mas parecidos a los de Bridget Jones cuando entra al hotel con Hugh Grant luego de su viaje en descapotable. Tenia mi Homestay reservada y Zina, el senor que la regenta, me esperaba.
Lejos del pueblo, la casita albergaba a dos ingleses, una canadiense, un frances y dos brasileras divinas. Y ya, al dia siguiente, tenia mi tour preparado. Con un guia Hindu que contratamos junto a "Jan" o "Shan" (la canadiense) hicimos un dia de travesia por las plantaciones. Mientras no dejaba maravillarme con el paisaje, Panali, el hindu, nos sorprendio con una visita a los elefantes. El paseo en medio de los bosques subida a estas increibles bestias a las que alimentabamos con "pineapple" cada 100 metros me dejo enloquecida. Me sentia una nena de 4 con esa sonrisa que solo llevan los chicos cuando les das ese regalo que tanto estan esperando. Creo que el elefante con mis "pinepples" sintio lo mismo.
Ya pasados dos dias de mi estadia en Munnar, planeo volver a lo de Sheeva. Me espera, Kalady, al norte de Kochi y mi tratamiento de medicina ayurvedica, mas conocido para los entendidos como Panchakarma.
Este pais es tan increible como dificil, pero aseguro que quien llega a India no se ira de la misma forma. Entregarse y dejarse llevar por la intuicion, es la condicion. Los vientos, a cambio, prometen llevarte a buen puerto. En cada isla que pares, encontraras numerosas personas esperandote sin que vos ni siquiera lo sepas. Son pequenos angelitos que se presentan durante la experiencia para dejarte mensajes. Habra, entonces, que estar sumamente abierto con el corazon para recibir el aprendizaje. El intercambio es fuerte y profundo.
Pero eso, solo, si te entregas y te dejas llevar.
viernes, 2 de marzo de 2012
Kochi, Kerala. Sur de India
Miro el reloj y son las doce menos cuarto. 35 grados. Ya me bañe tres veces y pretendo hacerlo varias veces más. Con tanto calor se me hace un poco dificil salir a caminar a esta hora si no es vestida con algún pañuelo en la cabeza. El único que tengo es blanco y corro el riesgo de que me confundan con alguna virgen en este pueblo tan católico.
Fort Kochi es una ciudad pesquera muy pintorezca en la provincia de Kerala que da a la costa del Arabigo, y por cierto, bastante turística. Las iglesias emergen en cada cuadra y las figuras de Ganesha y Krishna se entremezclan con las de Jesús en un pueblo extremadamente religioso.
Decidí alojarme un poquito apartada de tantos extranjeros en la casa de una familia india hermosa, llena de luz, literalmente. Ella, es como una mamá, y su nombre, no parece casual, Sheeva. Al mismo tiempo que me lo dijo, me corrió un enorme escalofrío por todo el cuerpo. Shiva es Dios, para los hindúes.
La familia de Sheeva hospeda viajeros en las habitaciones de su humilde casa. En medio de un jardín lleno de árboles de mango, cocos y especies de pájaros, el entorno se asemeja a una selva. La terraza es de bambóo y tomar el té hecho por Sudaryan, el señor que nos prepara el desayuno y el té es algo que seguramente extrañaré a mi vuelta.
Hace varios días que estoy acá. Tengo mi cuarto privado, con baño, escritorio y por suerte ventilador. No me puedo quejar. Todo muy sencillo, estilo colonial, pero acogedor. Conocí a una austríaca muy simpática que es concertista en Viena con la que compartí varios desayunos y recorrí los backwaters. Pero lo más divertido de mis días son las citas que tengo a diario en mi cuarto con Sudaryan. Ja! La verdad es que tengo unas roomates bastante molestas. Son una familia de lagartijas que vienen a visitarme a menudo, y aunque no quiero matarlas ni mucho menos, me provoca una sensación rara creer que cuando duermo pueden pasar por arriba de mi cabeza. Con lo cual Sudaryan se encarga de sacarlas todos los días, y aunque sé que no lo hace, me deja tranquila cuando sale del cuarto y me dice: “Its fine now María! You can enter”
Ahora soy María. A todo el mundo le resulta complicado parece decir mi nombre y me llaman por el primero. Lo cierto es que me hice muy amiga de Sudaryan en los días que llevo acá y charlamos sobre Dios, Krishna y muchas de esas cosas interesantes sobre la naturaleza y la medicina Ayurvédica. Me cuida como un papá, me reserva la hamaca paraguaya que hay arriba, viene con alguna fruta a media tarde justo cuando tengo ganas de comer algo dulce y, me repite casi de manera apocalíptica “This animals means that you are going to earn lot of money”
Y en medio de esta selva siempre le respondo: “Quien necesita dinero?” Él sonríe. Y yo le devuelvo la sonrisa mientras pienso: “Ojalá tenga razón!”
Los días van pasando. Entre leyendo, meditando, escribiendo, podríamos declarar que, en medio de la naturaleza, "María" encuentra su paz interior, no necesita casi dinero, se viste casi todos los días con lo mismo. Lava su ropa a mano. Come fruta. Y siente la extraña sensación de ser libre…
Esa libertad que no cambiarías ni negociarías por nada del mundo.