Vistas de página en total

jueves, 23 de febrero de 2012

Colors of Mysore

Mysore fue mi siguiente parada luego de Bangalore. Camino obligado a Kochi en Kerala, paré en esta ciudad tan típica por su mercado como por su gran Palacio. Lo cierto es que Mysore, es la capital del Yoga en India. Más precisamente del Yoga Ashtanga.
Muchas escuelas reciben por año miles de estudiantes de todo el mundo que se reúnen para estudiar alrededor de 2 meses las distintas diciplinas del Yoga, incluso del Hathayoga.
Previo viaje de 4 horas en Bus para hacer 170 km, llegué finalmente ayer a la tarde a esta ciudad llena de color. Mientras acomodaba mis cosas, ya estaba ansiosa por llegar al gran mercado, Devaraja. Un mercado que me hizo acordar bastante al Zoco de Marruecos, pero más típico y organizado. Allí se pueden encontrar especias, flores, frutas y verduras, inciensos y perfumes. Los 5 sentidos puestos al servicio de este increíble lugar me dejaron sin palabras así como sus pequeños vendedores.
Luego de tanta caminata, no dudé en ir a comer a uno de los restaurantes típicos del barrio de Gokulam, más conocido como el barrio "rico". Allí, aunque intenté buscar algo de comida occidental en el menú, no encontré más que algunos platos no tan picantes. Me llamaba la atención cómo grandes ejecutivos y mujeres coquetas con Saris comían con la mano. Y obvio, no me quedé atrás, cuando de experimentar se trata...
Cómo hago para comer el arroz!!!















miércoles, 22 de febrero de 2012

Bangalore Ashram


Sumeru, el templo viejo. Mi lugar preferido para meditar
Recorriendo un poco...







Shivaratri. La Fiesta :)

martes, 21 de febrero de 2012

Gracias

Nuestro Maestro preguntó: "Y ahora cuál es la primera palabra que quieren pronunciar luego de 5 días en extremo silencio?"
Me quedé pensando varios minutos. Lo primero que pensé, fue: Gracias.
Y lo siguiente: "Estoy tan bien, por qué tengo que volver a hablar!"

Esta experiencia en el Ashram no solo fue un mimo al alma si no que me dejó pensando en muchas cosas de mi vida. Pero por sobretodo, me hizo parar la moto después de años y pensar en mí.
Recordé esa mañana que llegué a Bangalore. Había más de 20.000 personas haciendo el curso conmigo y se sentía un bullicio contínuo importante. Entre que dormía con 3 rusas divertidas más la adrenalina de lo nuevo, el ashram vibrada diferente, y nosotros también. Éramos cotorras caminando por las 70 hectáreas que comprende el lugar hablando en diferentes idiomas.
A lo largo de esos 5 días presté atención al caudal de energía que gastamos cuando hablamos, ya que, la mayor parte del tiempo, lo hacemos sin siquiera pensar, hablamos por hablar y generalmente lo hacemos de manera negativa. Pero, cuando arrancamos, todo se transformó. A decir verdad, no lo creí posible. No entendía, como 20.000 personas podíamos estar en silencio. Y juro que, vivirlo, fue emocionante. Hasta llegué a pensar que estaba sola.
Al super iba en silencio y le escribía al cajero en un papel. Si había algún inconveniente con algo, simplemente lo dejaba pasar. Si tenía que mencionar algo, simplemente pensaba: " Realmente es importante decir esto, como para romper mi silencio?". Y así día tras día nos fuimos acostumbrando. Meditabamos, y no miento, 8 horas al día. Yo atravesaba largos enojos conmigo misma, ya que cuando cerraba los ojos, generalmente pensaba en algún proyecto personal o en qué lugares iba a recorrer después del ashram. Así, falté en dos oportunidades a diferentes clases, y me cuestionaba por qué me era tan dificil obtener esa sonrisa que tenían todos, con esas porturas de Buda casi perfectas. Pensé mil veces en irme. Pero no. Todo era parte del aprendizaje. Y así, empecé a obtener un poco más de diciplina. Pensé que debía aceptarme y dar lo mejor de mí. Mi 100%. De a poco, la cosa fue progresando. Me levantaba a las 5 am todos los días, me bañaba con agua casi helada, y me iba a hacer yoga.
Que si valió la pena?
No podría comenzar el resto del viaje, sin esta premisa tan importante que aprendí. "Nunca pero nunca volvería a perderme". Nunca más dejaría de ser amiga de mí misma. De escucharme, de confiar en mí.

Muchas cosas pasaron a lo largo de estos 15 días. Y cada día, hay un nuevo aprendizaje. Empecé a entender, que a eso, se le llama India. Por algo estaba acá. Me sentí afortunada. Por primera vez, creí que estar perdido era estar justo donde debés estar.
La energía cambió.

Cuántas veces nos postergamos.
Cuánto tiempo vas a esperar para tomarte el tiempo de escuchar lo que hay verdaderamente hay dentro tuyo?
No nos confundamos con eso que llamamos "vida". Por que la vida, tu vida, es mucho más que una rutina diaria. Un trabajo. Un proyecto personal. Una pareja.
Vivir desde el alma es conectarnos. Reconectarnos con nosotros, con el otro, con la naturaleza, día a día.
Animarse a despojarse de lo material y arrancar un camino interior es tirarse a la pileta.
A la pileta del alma. De lleno. Completa y entera. Al 100%.
Y hoy puedo decir, que estoy orgullosa al 100% de haberlo hecho.



miércoles, 15 de febrero de 2012

I'm in Silence

Eso es lo que dice la tarjeta que tiene mi identificacion y que llevo desde llegue. Por varios dias estare en silencio en el ashram, esto implica con una desconexion absoluta a todo. Ya llegada a Bangalore anoche tuve la grata sorpresa de cruzarme con Ravi Shankar quien me toco la mano. Una experiencia hermosa que nunca voy a olvidar.
Nos vemos pronto!
Jai Guru Dev

domingo, 12 de febrero de 2012

Muy lejos. Pero muy cerca.

Goa es el estado de India más pequeño en términos de extensión. Se encuentra a tan sólo 400 km de Mumbai sobre la costa del Mar de Arabia.
En 1498, Vasco de Gama se convirtió en el primer europeo en pisar la India. Quizá Vasco de Gama no fue el primero; Marco Polo cita a la India en su libro de las Maravillas. Los portugueses llegaron con la intención de establecer una colonia y tomar el control total del comercio de especias. Pero en diciembre de 1961 las tropas indias entraron en la colonia y tomaron Goa por la fuerza.
Así es como Goa me recuerda un poco al norte de Brasil pero con la diferencia que en sus playas se ve tanto color como en una pasarela de moda de la mano de numerosas indias usando sus Saris tan sólo para caminar por la arena.

Llegué a Goa luego de una hora de vuelo desde Mumbai, tomándo un taxi en el aeropuerto y dirigiéndome a una playa no muy conocida al sur de la región, llamada Palolem. Ahí, ya tenía mi cabaña reservada a orillas del mar. Lo cierto es que llegar me costó no sólo 1400 rupias si no que algo así como dos horas de viaje con "Suré" , que tampoco hablaba una palabra de inglés lo que hizo que mis dos horas de viaje fueran algo así como cinco.
La idea era estar alrededor de las cinco o seis de la tarde. Pero entre el vuelo demorado de Air India y el viaje hasta la playa, llegué muy entrada la noche. Algo que no recomiendo si uno no sabe bien a dónde va, ya que nos resultaba imposible encontrar el complejo de cabañas entra tanta selva y palmeras.

Ya pasaron tres días desde que estoy en Goa y todavía un poco dormida de día y con los ojos de búho de noche no logro recuperarme del Jetlag. No obstante, todo es verdaderamente increíble. Me levanto alrededor de las 8 o 9 de la mañana dependiendo si quiero hacer clase de yoga. El desayuno llega más tarde, un menú de frutas exóticas, huevos, papas, jugos, y variedades de té, dan la pauta de que uno ya no está en casa. Reposeras precarias y sombrillas de paja me hacen sentir una reina, mientras que entre las actividades que suelo elegir está el Kayak en un mar un poco caliente para mi gusto y planchado completamente en el atardecer violeta. Así solí pasar estos tres días. Leo, camino, y hasta me compré una colchoneta inflable para estar en esta pileta natural libre de tiburones pero llena de delfines.
Por la noche, la carpa gigante llena de mesas, sillas de caña, telas y almohadones donde desayuno, se convierte en un lugar lleno de luces de colores. Bajan las mesitas a la playa, las llenan de velas y ahí cena todo el mundo por tan solo 5 o 6 dólares.
El mozo me dice Katty. Intenta decir Costy pero no le sale y cada vez que escribe mi nombre y número de cabaña en la cuenta, veo que escribe de esta manera. Cuando llego por la mañana a la playa me grita, "Good morning Katty, what are you going to drink today!" con un inglés sumamente precario y hasta aveces inentendible que me hace reír.

Estar en India es una experiencia pocas veces sentidas. La energía que tiene este lugar es única y pienso, por momentos, que todo es como un gran sueño...Que voy a levantarme y que nada de esto será verdad.
Pero no. Despierto y acá estoy.
Sola, a miles de kilómetros de casa, me siento más cerca que nunca.


Goa









Estoy desconectada del mundo hace varios dias y nada puede ser mejor que encontrarte con tu Blackberry y un "no signal" en su pantalla.

jueves, 9 de febrero de 2012

Mumbai

9.20 am.
Salgo del aeropuerto sin la fortuna de que quién dijo que me iba a buscar, un tal "Joseph" del Hostel no pudo cumplir su palabra. Y yo, ahí paradita, pensando que por lo único que había reservado ese Hostel, era porque tenía "pick up free from the airport" para no tener que subirme a cualquiera.
Una hora más tarde estaba en un Pre-paid taxi del aeropuerto viajando sola con un viejito todo vestido de blanco que no sabía ni dónde me llevaba, ni hablaba una palabra de inglés. Okeyyyyyy....
Bienvenida a Mumbai querida...

Mis palabras no pueden ni expresar ni describir lo que fue mi primer día en contacto con India. Todo eso que te imaginás, que pensás que es India, que viste en fotos y leíste en libros. Sí. Todo eso. ES realmente INDIA. Ni más ni menos.
Bocinazos que te perforan los tímpanos, vacas cruzando avenidas, pobreza, caos, olor a sahumerio, a comida en la calle. Y en medio del terremoto de imágenes y carteles con escrituras raras, Yo, con la ventanilla baja del auto y con el poco aire fresco que me pegaba en la cara casi sin dejar de sonreír. Quién me hubiera visto, diría que estaba obnubilada.
El resto forma parte de las anécdotas. Un barco que me llevó a la Isla Elefanta a una hora de la ciudad. Monos que me robaron mi comida. Una cena picantísima literalmente con compañeros de hostel. Una ducha "with hot water" según el dueño del hotel, que era helada. Y un Coolhunting inesperado de la mano de un click.

Bienvenidos a Mumbai!










lunes, 6 de febrero de 2012

El Itinerario


A sólo un día de la partida me siento perfectamente libre de nervios y ansiedad. IN CRE I BLE. Estoy tan tranquila que ya me impaciento. Quería escribir unas líneas para contarles un poco del itinerario y que por lo menos haya algo en el cyber espacio que me haga recordar los momentos previos a subirme a esta aventura.

Viajo con Emirates Airways destino a Mumbai con previas paradas en Rio y Dubai. Tan solo el hecho de viajar con ellos ya me parece una aventura en sí misma. Los aviones son modernos, la atención excelente y estar 20 horas no es fácil, pero se hace llevadero si hay buenas pelis y asientos más grandes.

El plan es hacer India en alrededor de 2 meses y medio y luego algo así como otros dos meses en el Sudeste Asiático.
Arranco en Mumbai, para luego viajar a Goa, sur de India, hasta llegar a Bangalore, donde me alojaré un tiempo en el Ashram de Sri Sri Ravi Shankar, más conocido como Guruji para todos los que hicimos el Arte de Vivir. Allí experimentaré una de las celebraciones más importantes de India: Shivaratri. A la luz de la luna llena, toda una noche meditando con más de 2.000.000 de fieles que se acercan de todo el mundo. Además haré un curso y voluntariado con ellos.
A partir de allí, la idea es continuar más hacia el sur con destino Kerala, capital de la Medicina Ayurvédica en el mundo. Intentaré aprender sobre cocina ayurvédica y sobre los tratamientos naturales que allí se dictan.
Lo más turístico llegará después de la mano del norte del país. Delhi, Agra (Taj Mahal), Jaipur, Pushkar, Jaiselmere, Varanassi (la ciudad más sagrada de India, a orillas del Ganges), Calcuta. Y así subir hasta llegar a Nepal y conocer Katmandú.
Previo vuelo de un par de horas llegaré a Bali, Indonesia. Donde arrancará la segunda parte del viaje, conociendo el Sudeste Asiático. Singapour. Kuala Lumpur, Malasia. Phuket, Bangkok, Thailandia. Cambodia, Vietnam, Laos y así terminar en Hong Kong, una de las capitales más avanzadas del mundo, donde me conectaré un poco más con el Arte y el diseño.
Tiempo estimado: Entre 4 y 6 meses.
Compañía en el viaje: Mi pulserita de San Benito, regalo de mis amigas. Mi mochila de 65 litros prestada por Pablito. Mi Canon, la compu, el ipod infaltable!, 2 libros que luego intercambiaré con otros viajeros y varias cartitas con pedidos especiales.

Jai Guru Dev!
Coquette

sábado, 4 de febrero de 2012

Pune, by Juan


Mientras me tomaba un café gigante y me disponía a reservar urgente mi hotel en Mumbai y mi vuelo a Goa, recibo en el celular, el mail de Juan, desde Pune.

Pune es una ciudad al sur de India muy cerca de Mumbai donde se encuentra el Ashram de Osho.
Juan es amigo del Arte de Vivir. No hicimos el curso juntos, pero nos conectamos en una de esas reuniones de "Solitarios en busca de contención en India" :)
Nos conocimos hace apenas dos semanas en un Starbucks y a partir de ese día nos volvimos bastante amigos. Intercambiamos datos, experiencias y coincidencias. Tilde a la checklist donde dice "hacerse amigo de un hombre que me cuide en el viaje y que se anime a hacer cosas que yo no"
Lo cierto es que Juan viajaba con Marina otra amiga y junto a otros tres amigos más, nos reencontramos todos en Goa por el 10 de febrero.

Hoy, solo quise compartir su mail.

Pune, 4 de febrero de 2012, India.

"Hoy India me dió la Bienvenida" es un buen título para esta mañana. Salí del ashram a las 8am. Para ese entonces ya habia desayunado y meditado 1 hora. Los planes eran simples y poco ambiciosos: tomarme un rikshow (taxi de 3 ruedas) e ir a algunos lugares recomendados en la guia Lonley Planet.
Me fui directo al Zoo de Pune. Como es Sábado, había gran cantidad de gente y familias.
Apenas llego la Señora de la boletería me mira y me cobra 10 rupias, algo asi como...escucha eh! 80 centavos! Casi igual que Temaiken (70 mangos por cabeza...impresentable). En fin, this is India. Pero pará! no todo lo que brilla es oro...cuando voy a entrar, el tipo en la entrada me pide el ticket. Se lo doy. Lo mira. Me mira. Vuelve a mirar el ticket y me dice "Are you foreign?"
- Yes.
- Come with me!
Pensé..."Que onda papi?", bien argentino.

Me llevó hasta la boletería y se puso a hablar con la Señora. En un hindu que yo decodifique como "sospechoso" parecía que estaban planeando cómo llevarme a algún lugar clandestino y discutían la forma de no dejar rastros en el intento. La Señora me mira y me dice con tono de pocos amigos: "Give me your ticket!"
Yo ya de canchero de Nuñez no tenia nada. Le di mi ticket como nene que entrega la sortija al sortijero cuando termina la vuelta al mismo tiempo que me retruca: "You have to pay more".
Yo ya estaba pelando la tarjeta de Club La Nacion, el Carnet de River, el del ACA, la libreta del CBC de Ciudad Universitaria...Se venia el tarifazo para turistas y tenia que estar preparado.
- "How much?"
- "25 Rupias!"
Me volvió el alma al cuerpo y el canchero a Nuñez. Le di 20 rupias más! y con tono alegre y distendido de viajero sin mochila agregué, "keep the change".
Pagué finalmente una entrada de 2 pesos y le dejé 30 centavos de propina. Menos que un boleto de subte despues del ajuste de Macri. Asi, Cos, fue mi entrada al Zoo. Un regalo!

El durante lo resumo de esta manera:
- Lo peor: El oso, estaba muy lejos.
- Lo mejor: El tigre de bengala y el elefante, ambos gigantes, los tuve muy cerca y SE MOVIAN!!!
- En el medio: Pongo a todos esos animales "standards" del tipo monos, aves, bambis, tortugas, zorros etc...
- Lo diferente: El contacto con la gente

La mañana de hoy fue, entre otras cosas, un hermoso encuentro con esos "lugares universales", esas cosas que en cualquier lugar del planeta, por más que la cultura, el idioma, y la gente parezca diferente, se manifiestan de la misma forma. Como los chicos. Que nunca pierden esa capacidad de asombro. Y que, cuando pude obtener un poco de su atención les regalé varios trucos de magia.
Ver esas caras, esas sonrisas. Con tan poco, me sentí feliz.

Y esto es el comienzo...


viernes, 3 de febrero de 2012

Get Lost, to find you

Nunca fui amante de las estructuras. Más bien de la aventura. Mi mamá siempre me dijo que uno se lleva de esta vida lo que vieron sus ojos. Y así, me hice fanática de la fotografía, el arte, el diseño.
Siempre me sentí atraída por aquéllos que se animaban a no seguir un camino marcado. El deber ser. El deber "hacer". Que pusieron el alma por lo que creyeron. Por sus ideales. Sus pasiones. Héroes. Revolucionarios. Artistas.
Desde Van Gogh hasta Gandhi. Desde Mandela hasta Da Vinci. Cada uno dejó un legado en esta vida. Tuvieron una visión. Una misión. Fueron criticados, repudiados. Luego, admirados.

Hoy solo reflexiono sobre aquéllas cosas que nos hacen ser diferentes. Ser quiénes somos.
Conectar con nosotros mismos, con nuestra pasión, nos llevará directo a donde queremos ir.
El camino, de esta manera se vuelve más arduo. Menos popular pero más atractivo. Qué tiene de excitante seguir a la manada?
Debemos romper con las estructuras que nos llevan hacia lugares que no elegimos. Nos adormecen con consumismo. Política. Nos desconectan con tecnología. Para que no despertemos.
En un mundo donde la globalización pretende falsamente unirnos, cada vez estamos más alejados. Alejados de nosotros mismos.

La manera de conectar es buscar en nuestro interior. Tener espacios para nosotros. Meditar. Respirar. Conectar con la naturaleza.
Cada vez más, me encuentro con gente que se siente perdida. Desmotivada. Insatisfecha.
Dicen que tienen "todo" pero no tienen nada. Y ahí me pregunto qué es tener TODO.
Y me aseguro de creer que si algún día menciono tener TODO, es porque verdaderamente estoy en la dirección equivocada.
No hay que tenerlo "todo". Simplemente no hay que tener nada. Poseer nos aleja cada vez más de lo que venimos a hacer.
Nos definimos a partir del "otro". Una carrera agitada hacia el éxito. Hacia ser mejor que..."el vecino", y ya no es "el pasto del vecino es más verde" Es, el jardín del vecino es más grande, tiene quincho, LCD, aguas danzantes.
El empacharnos con cosas y más cosas no hacen más que desenfocarnos. Creemos que llenan nuestro vacío. Pero nos hacen más ambiciosos.

Y así continuamos un camino hacia la superficialidad. Ya no escuchamos. No charlamos. No nos comunicamos. Y está claro. Si no nos comunicamos con nosotros mismos, menos lo vamos a hacer con los demás. Chateamos, chamuyamos, mentimos, manipulamos, pero no nos conectamos verdaderamente con el otro.

Entre tanta vorágine diaria, propongo empezar a despojarnos, aunque sea, de los mandatos sociales que nos alejan del estar abiertos para los demás.
En una de esas... ese vaso vacío lleno de incertidumbre empieza a llenarse de agua limpia y clara una vez que conectamos con el servicio.



miércoles, 1 de febrero de 2012

Cadena de Favores

Ayer me despedí de una amiga del alma. Ella partía para Cariló y ya no volvíamos a vernos hasta la vuelta.
Al mismo tiempo que bajaba rápido del auto para no llorisquear le dije: "Nos vemos pronto"
Y ella con su sonrisa, ya sin aparatos, me respondió: "Se te ve feliz"
Este viaje implica tantos desafíos que me siento como si no fuera a volver. Quizás es la sensación de que una vez que pisas India, ya no volvés de la misma forma.
Ya entrada la noche, continuaban las despedidas. Luego de una cena casera en manos de Manu en su casa-estudio nuevo, tomamos un helado en Flamingo y me volví para casa.
Manu es de esas personas que veo y admiro. Inteligente, rápido, culto, locuaz. Y aveces hasta no es necesario ni hablar. Nos entendemos. Qué genial. Me hace reír de manera constante e ininterrumpida y lo cierto es que siempre vuelvo con dolor de panza, con lo cual, me costó dormirme.

Pensé, esta vez, por qué y cómo llegamos a donde llegamos.
Cómo, lo que uno ve malo en determinados momentos de la vida, se convierte en positivo en otros. Cómo, aquéllos momentos en los que sufrimos, son de los que más aprendemos. Los que hoy nos hacen fuertes. Los que nos hacen seguir caminando. Ya no como antes. Si no con herramientas para afrontar lo que se viene.
Siempre creí que TODO ES POR ALGO. Y que sólo confiando en la vida y en el tiempo, uno puede vislumbrar el aprendizaje. El por qué.
La vida es como una gran cadena. Y todos somos parte de un TODO.
Entendí en este tiempo, que todos tenemos una misión. Y ésta, quizás, no sea nada más ni menos, que estar donde debemos estar para que el otro y nosotros aprendamos algo...

Una gran cadena de favores. Sin siquiera saberlo.

En la mochila va la primer herramienta aprendida, y se llama GRACIAS.
Es lo primero que aprendemos de chicos. Pero con la vida lo vamos dejando por el camino...
Como cuando los chicos entran al jardín y arrastran la bolsita.

Agradecer a todos y todo, es una forma de aceptar que estamos donde debemos estar. Y que los obstáculos estuvieron allí por algo.