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miércoles, 18 de abril de 2012

Asi te queria encontrar Felicidad!

Una hora más tarde aterrizaba en Chiang Rai, Tailandia. Casi casi cayéndonos en Laos y Birmania. En medio de una ciudad selvática lejos del turismo y donde la bicicleta es el medio más ecológico y popular para recorrer el pueblo y las plantaciones, encontraría aquí mi nuevo lugar de descanso. Me encanta hacerle caso a los alemanes que voy conociendo a lo largo de mi viaje. Ninguno, hasta ahora, me había defraudado.
Mi cena con velitas y la hamaca paraguaya me esperaban. Premio a la valentía y la audacia de haber emprendido un viaje sola y haber atravesado tantas cosas. Luego de casi tres meses mientras en la pile miraba el atardecer anaranjado que me regalaba la vida, lejos de pensar, solo sentí estar más feliz que nunca.
Este lugar era un sueño para mí, nada más lindo que poder compartirlo con ustedes.

La frutilla del postre: La invitación a un casamiento Thai justamente acá. Quiero retruco, dije, y pedí participar de la decoración. Ya veremos cómo me va!












1 comentario:

  1. Listo: si hasta ahora me producía envidia el viaje, creo que pasé un paso más allá, que no sé cuál emoción o sentimiento es. Esa cama, esa bañera, ese verde...

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